La pandemia de COVID-19 ha empujado a la economía Latinoamericana al borde y ha afectado con mayor intensidad a los dueños de los pequeños negocios y a los individuos de las comunidades de bajos ingresos.
Cuando hablamos de la salud financiera de un individuo, nos referimos a la posibilidad de administrar sus finanzas personales, acceder a un préstamo cuando lo necesita y planear un futuro estable. En general, estas métricas mejoraron durante la última década en Latinoamérica; pero la pandemia implicó un retroceso, específicamente para comunidades marginadas y pequeños negocios que carecen de acceso a servicios financieros.
• Las personas han tenido que recurrir a prestamistas predatorios de emergencia, viéndose obligados a pagar tasas de interés extremadamente altas.
• Los dueños de PyMEs se han visto más afectados que sus grandes competidores, especialmente por la falta de acceso a préstamos.
• Los trabajadores informales han experimentado aún más irregularidades en su flujo de efectivo.
Afortunadamente, los emprendedores están trabajando en nuevos modelos de negocios dirigidos a la falta de acceso a servicios financieros, que aseguran que los avances de salud financiera sean para todos. En este reporte resaltaremos startups que construyen soluciones en torno a la salud financiera; startups que:
• Ofrecen préstamos alternativos a las poblaciones de bajos ingresos.
• Ayudan a dueños de PyMEs a estructurar sus finanzas y a acceder a préstamos.
• Proveen beneficios para trabajadores informales.